top of page
Marcando el paso

Consumidores, esenciales en la reactivación empresarial

PRIMERO ESTÁ NUESTRO CALZADO

La temporada navideña se redujo a 8 días


Foto Yeka-Periódico El Peletero / Hacer calzado es un oficio apasionante

AQUELLO de ‘en cualquier momento estreno’, se está evidenciando cada vez más, y no debería sorprender.

La cultura de compra de los consumidores, que por tradición era masiva durante los fines de año, se redujo a 8 o 10 días. Antes el estrene en Navidad y Año Nuevo era inevitable. Ahora, no. Los zapatos y la ropa para darle la bienvenida al Niño Jesús son básicamente para los niños y personas de la tercera edad, con el fin de que la nueva generación mantenga la tradición y que los adultos mayores sientan el amor y el cariño familiar.

Los demás se ponen el mejor traje: Jeans, camisetas y tenis, que encuentran en el armario. El consumo se volvió selectivo, se estrena cuando se pueda y haya disponibilidad monetaria. Por eso los comercializadores de zapatos y ropa se abstuvieron de hacer grandes pedidos para la temporada navideña. Para quedar mal, sobra tiempo. El que nos surte confía en nuestras ventas ¿y si no se vende? ¿Con qué le vamos a responder a quienes esperan dinero para cumplir con obligaciones laborales, de proveedores y de créditos?, se preguntan.

Tienen razón: llenar bodegas, almacenes y tiendas, es fácil. Lo difícil es tener con qué responder. Los zapatos y vestuario extranjeros, además, les quitaron un mercado importante a los fabricantes nacionales.

En pocas palabras: el poder adquisitivo se redujo, y es necesario que, para que los zapateros y confeccionistas colombianos sostengan sus negocios, los consumidores Compren Lo Nuestro, Lo Hecho En Colombia; de lo contrario, año tras año, el comercio se verá reducido.

Primero está Nuestro Calzado y Nuestra Ropa durante la Navidad y Año Nuevo. Es una súplica de los protagonistas de la industria de la moda, quienes consideran que se deberán tomar drásticas medidas para evitar que el contrabando y el lavado de activos sigan desvistiendo a quienes se esfuerzan por la productividad, que tiene en los zapateros y confeccionistas a unos verdaderos héroes, pero sin capa.

Es increíble, pero cierto: desde mediados de noviembre muchos fabricantes de calzado cerraron sus talleres, les hicieron la despedida a los empleados, les dieron las gracias y les manifestaron que estaban analizando si continúan con el negocio, que fueran pensando que hacer en el 2025.

Lo triste e irónico es que, a última hora, los comercializadores de calzado hicieron pedidos hasta con pago anticipado, pero les era difícil a los fabricantes comprometerse, por falta de tiempo y escasez de mano de obra. El zapato no se hace de un día para otro, se le escucha a quienes continúan produciendo bajo una condición: hacemos lo que podamos.

Esta nueva lección deberá servir de experiencia para que haya alianzas y negocios serios entre comercializadores y fabricantes de calzado, quienes, en el pasado, desde agosto comenzaban a acordar pedidos, con el 50 por ciento de pago anticipado y el otro 50 cuando entregaran el calzado.

La zapatería no se está acabando: está en proceso de reorganización, que es diferente.

Entradas recientes

Ver todo

留言


bottom of page