LLEGARON LOS PEDIDOS

EL mejor testigo para estar al día en producción de zapatos es el tradicional ‘maletero’, que hace su propio plan y durante 5,10,15 o 20 días se dedica a visitar diferentes ciudades y municipios de los 32 departamentos del país, con 10,15, 20 o 25 muestras… lo último en tendencias, y asegura pedidos.
Antes se llenaban talonarios; ahora no, pero los comercializadores de calzado quieren tenerles en sus vitrinas lo mejor a los consumidores: llegó diciembre y es un motivo para estrenar, dicen quienes, por su propia cuenta y riesgo, en transporte público o en sus vehículos, solos o acompañados, realizan aventuras.
Uno parte con lo justo y por el camino logra negocios, en los que hay anticipos, para que sean efectivos… serios. En la venta de calzado al por mayor, el documento que garantiza que el negocio es real es la palabra… Entonces, un anticipo compromete mucho más al comerciante, a quien después le duele que le toquen el bolsillo por echar pie atrás, señalan los ‘maleteros’, quienes, contrario a lo que se dice que no venden un tamal en un derrumbe, están obligados a conseguir pedidos; de lo contrario, a ingerir agua y a limpiarse los dientes con un palillo.
Mientras uno hace la correría, el patrón (el dueño de la fábrica) reza y le enciende velas al santo de su devoción para que los pedidos de calzado sean voluminosos, con lo cual se garantiza trabajo durante los últimos 120 días de cada año.
Los últimos 8-10 años han sido durísimos: los comercializadores, que pedían 500, 1.000, 2.000 y más pares, ahora son más metódicos: piden el calzado que impacte y entre por los ojos del comprador de una.
Eso los esta llevando a pedir 100, 200 y 300 pares. No quieren deudas impagables, ni tener zapatos en bodega, exponiéndose a que la rotación de moda los obligue a promocionarlos y a realizar devoluciones, que ahora poco se admiten, el fiado es cosa del pasado… quien tiene para comprar al contado tendrá zapatos, los que no saldrán del mercado.
El talonario de pedidos se está llenando. Logré negocios importantes durante mi correría. Puedo decir que, a partir de ya, lo que se tiene que cumplir es con los pedidos, dijo un ‘maletero’, y agregó: lo que más pidieron fueron zapatos para niños, que mantienen la línea de consumo. El pedido de zapatos para dama decayó un 50-60 por ciento, mientras que el para hombres hasta en un 80%.
Vender zapatos al por mayor, ha sido mi pasión. He vivido de este negocio durante 25 años, cuando tomé la decisión de visitar a los dueños de almacenes y tiendas especializadas, con quienes hoy tengo, gracias a Dios, una relación respetuosa, no solo comercial, sino de amigos. Son como parte de mi familia, con quienes analizamos la situación económica del país y el momento de la industria del calzado de Colombia, que a punta de tropezones está mejorando en todos los aspectos. Lo cual es bueno para el sector, la calidad debe ser un don y si el zapato es en cuero, seremos más competitivos, le dijo el ‘maletero’ al Periódico El Peletero.
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