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El Tenaz

Lo dice Rómulo Marín, jerarca de Calzado Rómulo

LA ZAPATERÍA, COMPLEJA PERO VIGENTE

El Sena debe profesionalizar a los jóvenes



UNA autoridad. Cuando en Colombia y Suramérica se habla de Calzado Rómulo, es porque es un referente de la zapatería, en la que se aplica la innovación, la calidad y el estar a la par de los mejores en tendencias de moda para los pies.

La creatividad de Rómulo Marín Correa, con 60 años, como protagonista del sector calzado (40 como empresario), se ve y se siente en cualquier almacén, tienda o boutique de los 32 departamentos y más de 1.000 municipios del país, en los que no faltan los zapatos con la marca de Calzado Rómulo, que se acomodan a los consumidores de cualquier edad, lo cual le ha permitido ganarse un mercado… es un estilo fácil de identificar.

Hoy, Calzado Rómulo, con sede en Yumbo, Valle del Cauca, es de las pocas que se dan el lujo de decir que tienen bastantes pedidos para fin de año, garantizándole puestos de trabajo a 700 operarios, lo cual es un orgullo para Colombia.

La producción es de 4 mil pares al día, básicamente en cuero y en materiales que garantizan calidad y salubridad. Antes eran entre 7 y 6 mil pares diarios.

Hasta el 2020, Calzado Rómulo empleaba a 1.400 trabajadores. La situación, incluida la pandemia, lo obligó a ir disminuyendo la fabricación y empleo, básicamente directo. Calzado Rómulo, desde hace 90 días entró en la Ley 1116 (Reestructuración), para afianzar la sostenibilidad. Las ventas no respondían a las expectativas y era mejor darle seguridad a los proveedores y empleados, acudiendo a las normas jurídicas y así cumplir con las obligaciones.

Con ese paso, después de muchos análisis financieros, quedó patentizada la responsabilidad de Calzado Rómulo, que desde 1981 pisa duro en los mercados del área.

Rómulo Marín (72 años), quien se pulió como zapatero en los Estados Unidos, es un empresario disciplinado y exigente. Además de su pasión por la industria del calzado, se ha dado a la tarea de darle identidad a este arte, que lleva en el corazón, apoyando a los micro zapateros con alta tecnología, traída de Italia, desde el Centro de Servicios Gusi en Cali, para que realicen procesos de alta gama y de esta manera sean más competitivos.

La zapatería hoy es compleja, pero está vigente y tiene futuro. Todos los días habrá que hacerla más competitiva, comentó el Gran Rómulo, un hombre amable, brillante zapatero y excelente consejero, quien le pide al Sena que profesionalice a los jóvenes en el arte de la zapatería.

Es importare que se realice esa tarea. A los jóvenes, a partir de los 14 años en adelante, se les debe permitir trabajar como ayudantes y que estudien zapatería en el Sena o en otras instituciones. El sector requiere personal especializado en este arte, manifestó este vallecaucano icono de la industria del calzado, quien es padre de 10 hijos, todos laboran en Calzado Rómulo, bajo el liderazgo de Rosario, una de las hijas a quien le encanta este oficio y es una líder que, además de conocer de zapatería, es una reina en aspectos administrativos… nada se le escapa en la planta y en las oficinas para que el ritmo entre lo productivo y lo gerencial marche al paso que es, como lo exige su padre, el jerarca de la compañía.

El modelo que aplica Calzado Rómulo es y será para imitar. La experiencia le ha enseñado a don Rómulo que, como en el pasado, es necesario visitar a los comercializadores en cualquier lugar del mapa. Ese cara a cara permite dialogar sobre el presente y el mañana de la zapatería, que en medio de las dificultades continúa siendo una línea de la economía que mueve muchos negocios, por ser un artículo de primera necesidad, que jamás podrá faltarles a hombres y mujeres.

Por eso tomamos la decisión de no asistir a la Feria del Calzado de Bogotá (4 al 7 de febrero 2025). Vamos, a partir de ahora, a tener vendedores (maleteros) en las ciudades y municipios del país, con lo cual buscamos ser más eficientes, que los comercializadores conozcan presencialmente las últimas tendencias y saber cuáles son sus necesidades para que el negocio sea de doble vía: que ellos ganen con nuestros zapatos y nosotros les fabriquemos lo que los clientes requieren, bajo las tendencias que manejamos, según Marín Correa, quien, contrario a sus colegas, viaja por el mundo viendo cual es lo último para él aplicarlo, no copiando modelos, sino utilizando valores agregados que le den plus al producto en cuero, colores y confort.

En el Valle del Cauca, Calzado Rómulo es el número uno entre los 6-8 que existen con perfil de industrias-empresas bien competitivas.

Las demás son pequeñas, micro y fami, que luchan por permanecer en el sector, que son 200 o 300, que viven de milagro, más bien por la intuición de aquellos zapateros que consideran que, como dice el Periódico El Peletero, quienes logren pasar este chaparrón recogerán excelentes dividendos, siempre y cuando haya capacidad de respuesta, innovación y capital de trabajo para ampliar la planta, sostener los empleados y conservar a los comercializadores, como hace Calzado Rómulo, que aún juega al fiado, les da créditos a quienes, a través de la historia, han sido clientes fieles, que a veces tardan un poquito en girar, pero pagan, que es lo importante.

LOS SECRETOS

LA táctica de Calzado Rómulo para ser eficiente en los mercados, no tiene ningún misterio, es simplemente hacer las cosas bien.

Lo bueno se vende solo. Los zapatos con la marca Calzado Rómulo entran por los ojos de los compradores por su estilo y colores, son a la medida y para todos los gustos.

Esa conquista se basa en la formación que les dan a los operarios en la Escuela de Calzado Rómulo, donde, además de valores, les enseñan a hacer todo bien, lo cual da un resultado de perfección.

Pocas veces, por no decir que jamás, los consumidores hacen reclamos… devoluciones. Y si pasa, el cliente tiene la razón, por ende las disculpas, el que pena y tenga sus zapatos como nuevos, si son de arreglar o un nuevo artículo por defecto de fábrica o de materiales.

En eso, don Rómulo es un ejemplo, el cliente es primero. Más de medio siglo en el sector zapatero le ha hecho ver al jerarca de Calzado Rómulo que la calidad está por encima del precio. Un cliente satisfecho trae otro cliente, dicen quienes realizan negocios con él, quien, además, de buena gente, es buena paga. Por eso le hacen fila para ofrecerle productos.

En un futuro, don Rómulo Marín Correa tendrá que ser invitado a conferencias en las que cuente sus experiencias y cómo se ha sostenido en un mercado en el que la guerra del centavo, el plagio, la envidia, las malas prácticas y el cómo nos auto eliminamos, son una vergüenza.

Rómulo Marín asiste a cuanta feria lo inviten y no va de turismo: su paseo es de negocios, de observar las nuevas formas de fabricar y qué herramientas requiere para tenerles mejor capacidad de respuestas a sus aliados, que para él es toda la cadena del cuero, calzado, tecnología y afines

Para él, la industria del calzado es una familia que debe estar unida. Donde vaya Rómulo Marín, es negocio seguro, algo compra para tecnificar su empresa.

A lo que da para comer y vivir bien, hay que reinvertirle y estar a tono con las nuevas exigencias de la productividad y mercados para evitar que la competencia los desplace por descuidar pequeños detalles, que vuelan por la virtualidad. En eso se cuida demasiado el señor Rómulo Marín Correa.

Mil bendiciones para ‘San Rómulo’.

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