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𝒁𝑨𝑷𝑨𝑻𝑬𝑹𝑶𝑺, ¡𝑨 𝑹𝑬𝑪𝑶𝑮𝑬𝑹 𝑳𝑶 𝑺𝑬𝑴𝑩𝑹𝑨𝑫𝑶!

𝙻𝚊 𝚌𝚞𝚊𝚛𝚝𝚊 𝚛𝚎𝚟𝚘𝚕𝚞𝚌𝚒ó𝚗 𝚑𝚞𝚖𝚊𝚗𝚊 𝚎 𝚒𝚗𝚍𝚞𝚜𝚝𝚛𝚒𝚊𝚕 𝚒𝚛𝚛𝚞𝚖𝚙𝚒ó 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚚𝚞𝚎𝚍𝚊𝚛𝚜𝚎

Hoy, más que nunca, los productores de calzado deben enfocarse en la especialización de producto.


Inicia un año con ilusiones, sueños y esperanzas. Superada, parcialmente, la locura de la pandemia, nos disponemos a recomponer los planes y proyectos económicos, sociales, educativos y de vida.

Este año tiene un componente adicional de incertidumbre, las elecciones parlamentarias y presidenciales. Ante el desprestigio de las instituciones, construido por décadas de mal gobierno, exclusión y rapiña de los recursos públicos a niveles de desfachatez y descaro absoluto, por las élites enquistadas en el poder, se presume un cambio de dirección y la llegada de otros actores.

Es saludable para el futuro de nuestros hijos y nietos votar a conciencia, pensando en el bienestar general por encima del particular.

En nuestro sector zapatero, la pandemia evidenció las enormes falencias que nos acompañan desde épocas pretéritas. Hoy más que nunca, urge enfocarnos en la especialización de producto, incursión decidida en tecnología, mejoramiento total de los procesos y, por supuesto calidad, calidad, calidad.

El comercio de bienes y servicios, con la pandemia, se adelantó varios años en su revolucionara forma, las ventas digitales. La cuarta revolución ha irrumpido en la vida de la humanidad para quedarse y empoderarse del nuevo comercio, el electrónico. Nuestro país ha avanzado a pasos agigantados al punto que ocupa primeros lugares a nivel mundial en crecimiento.

En el barrio (Restrepo), hoy vemos diferentes aplicaciones para comprar insumos, contactar compradores, vender excedentes de maquinaria y equipo y, claro, producto terminado al detal y al por mayor.



Especial mención merece el incremento de compras al contado, esa vieja costumbre de algunos comerciantes de financiar compras diferentes al negocio con dinero de los fabricantes está siendo cosa del pasado, gigantesco paso dado gracias a la escasez y carestía de insumos, a la reducción de la demanda, al clima de incertidumbre producto de la pandemia.

Asociatividad, palabra trillada y manoseada, sigue siendo válida y urgente. ¿Es posible en nuestro sector, a pesar de los innumerables esfuerzos? Bastante difícil, pero debemos perseverar, los apóstoles que siguen martillando el tema merecen nuestro reconocimiento y admiración, y obviamente, respaldo absoluto.

El Retrepo tiene un consolidado de experiencias y personas de buena voluntad, hacedores de empresa, generadores de empleo, ingenio aplicado al desarrollo de producto; ese potosí pesa a la hora de la resistencia a las adversidades, los dos años precedentes son prueba fehaciente de su voluntad de hierro, todas esas cualidades y conocimientos acumulados deben ser la piedra angular sobre la cual se construya un nuevo quehacer empresarial, necesitamos con urgencia incursionar con fuerza e ingenio en el mercado nacional e internacional con el calzado hecho en el Restrepo, sí señores, calzado hecho en el Retrepo.

Al iniciar este 2022, fraternal abrazo de solidaridad y apoyo a los colegas. Este tiempo por venir traerá alegría, satisfacción y frutos, muchos frutos de la cosecha sembrada durante décadas, ha llegado la época de recoger.



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