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El distanciamiento entre los fabricantes de calzado y los productores de ropa, solo revienta el hilo

UN SISTEMA MODA, ¡ÚNICO!



Las personas no caminan con zapatos y sin ropa, y viceversa. Entonces, no se entiende por qué la industria de la moda está cada vez más distanciada, como si el calzado y la ropa no tuvieran un mismo destino.

El sistema moda Colombia tendrá que ser uno solo. De lo contrario, el sector continuará debilitándose y los paganinis serán los micro, fami y pequeños zapateros y confeccionistas… que cada vez más ven cómo sus emprendimientos se les escapan de sus manos por no tener algo indispensable: unión y capital de trabajo; lo demás les sobra… conocimiento y deseos de continuar produciendo genialidades para que los consumidores se sientan felices.

Llegó la hora de dejar atrás las envidias, si es que existen, para unificar criterios y hacerle saber al Gobierno que el sistema moda no es un fantasma, que tiene una fuerza de pies a cabeza en lo económico y social, que pocos sectores tienen, en generación de empleo invisible (mano de obra calificada), que por ahora no ha encontrado el reconocimiento del Estado, pero que, según los pasos y puntadas que está dando el presidente Gustavo Petro, pronto recibirán el reconocimiento, que no es otro sino el de darles la importancia a los productores de calzado y ropa, que tanto ayudan a contrarrestarles el hambre a las madres y padres cabezas de familia de los estratos cero a tres, que es donde está concentrada la esencia del aprendiendo-haciendo, que se convirtió en el eje del donde hay zapateros y confeccionistas, habrá esperanza.

Aquello de ‘unidos somos más’ no podrá ser más una frase de cajón, que a veces utilizan quienes dicen saberlo todo, cuando todo está por hacer y contra viento y marea se tendrá que poner en marcha, por el bien del 95-98 por ciento de las microempresas, que dan demasiado y reciben migajas… engaños. La base del desarrollo empresarial no está en las grandes marcas; quienes llevan el Cristo sobre sus espaldas, son las famiempresas, que con su persistencia no han permitido, ni permitirán, que Colombia sea una tienda de zapatos y vestuario extranjeros, que llegan en su mayoría de contrabando y subfacturado, con el beneplácito de las autoridades, que casi siempre se hace la ciega, o si no ¿por qué muchos comercios y mercados callejeros están saturados de calzado y ropa, sin ningún control, menos con documentación respecto a de dónde provienen? Eso es ilícito, patea el desarrollo económico del país y la calidad de vida de mucha gente.

Los inversionistas colombianos se preguntan: ¿Por qué las autoridades persiguen a quienes pagamos impuestos y a quienes les hacen zancadillas a los emprendimientos no les exigen nada, además de que infringen las normas del espacio público?

La política empresarial no debe confundirse con la política de quienes ostentan y buscan el poder, no para el bien común; su intención, con escasas excepciones, es volverse cajas fuertes… intocables. Pongamos la mente en la realidad de lo que somos y los pies sobre la tierra, en una economía en paliativos y dividida, que en vez de fortalecerse empuja hacia el abismo.

La industria de la moda (reitero), tiene mucho que darles a los más necesitados, comenzando por la ocupación, que es una diosa entre zapateros y confeccionistas. Petro y su grupo de trabajo saben de los alcances que tiene este sector industrial, que tiene la capacidad de llenar el déficit de desocupación, que es preocupante, pero pocos están dispuestos a colocar los ases sobre la mesa, mientras los sigan observando como contribuyentes, con muchas obligaciones y mínimos derechos.

El 2023 llegó cargado de buenas energías. La presencialidad, luego de la terrible pandemia que nos mantuvo ‘encarcelados’ durante cerca de dos años, abrió un nuevo panorama para los zapateros, confeccionistas y afines, quienes tienen un reto: organizarse para enfrentar la competitividad, que exige algo elemental: legalidad, disciplina y calidad.

Zapateros y confeccionistas: Decisión y convicción, la teoría señala horizontes, el hacer deja huellas. La extensión a los aranceles del calzado, da un cierto respiro, al igual que a la ropa importada, pero no es la panacea.

El Periódico El Peletero estará hoy y siempre al lado de los actores de la moda. Dios nos ha dado la sabiduría para seguirles los pasos a los zapateros y el zigzag a los confeccionistas. Muchos han tratado de sacar del mercado este medio, especialmente a nivel gubernamental, borrándolo de la pauta, por pedir coherencia mediante contenidos sobre las obligaciones que tienen las entidades públicas con el crecimiento empresarial. Nuestro medio es autosostenible, nació para informar, no con fines lucrativos ni maléficos. Tanto así que quienes escriben (físico y virtual) son cerebros que se divierten explicando cuáles son los valores y debilidades que posee el sistema moda, para que sean mejores. Ejercer periodismo donde hay intereses y más protagonismo que realidades, no es fácil. A ellos, mil gracias.

Empresarios, a asegurar pedidos en las ferias de calzado, el mercado está urgido de productos colombianos.


REFLEXIÓN: No espere que le señalen el camino, elija el sendero ideal para alcanzar las metas.

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