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El modelo es “Compre en Cúcuta y con pago en dólares”

APUESTAN A MERCADO LIBRE PARA FIN DE AÑO

Empresarios piden a los presidentes de Colombia y Venezuela que quiten restricciones para que fluyan negocios.



La temporada decembrina se vive y se siente en la frontera colombo- venezolana. Los negocios no han parado en los últimos 3 años, en los que el comercio binacional, que se direcciona básicamente desde la ciudad de Cúcuta y a lo largo de 2 mil kilómetros, pasó de la formalidad a ‘le vendo y págueme al contado, en cualquier moneda, menos en Bolívares’, lo cual convirtió a la capital de Norte de Santander en una ciudad dolarizada, sin que hoy se conozcan los montos económicos, porque las vías del intercambio comercial son las trochas, en las que se pagan sobornos a bandas delincuenciales y a las autoridades, para que permitan el paso de mercancías, lo cual tiene en alerta a los presidentes de Colombia (Gustavo Petro) y de Venezuela (Nicolás Maduro), a quienes los comerciantes y empresarios les piden que le den vía libre al comercio, durante 90-120, para que entre diciembre 2022 y enero-febrero 23, la economía fronteriza tenga un respiro, mientras normalizan la situación, en la Colombia es la número uno en surtir de alimentos, calzado y confecciones y medicamentos a los vecinos, quienes a su vez les venden a los colombianos todo lo que tenga que ver con derivados del petróleo y otros artículos esenciales.

Lo de la normalización entre Colombia y Venezuela tardará tiempo, por lo tanto lo más inteligente sería que Petro y Maduro le abrieran fronteras al comercio durante este fin de año, para que no se note tanto la ausencia de los dos Estados, que acordaron una reapertura, pero mientras no haya tránsito terrestre, sin palos en las ruedas, la situación seguirá de mal en peor y los grandes perjudicados serán los empresarios, que se ven obligados a valerse de triquiñuelas para que el comercio no muera, según los inversionistas, quienes consideran que por el dólar que manejan en Venezuela, podrán aliviar la situación económica y de empleabilidad. Eso ayudará a apaciguar un poco el caos que, según habitantes, expertos e inversionistas, pasó de negocio a calamidad, por el sinnúmero de necesidades, que solo las sienten quienes viven en el territorio, al que califican ‘de nadie; “aquí es defiéndase quien pueda”, señalan con tristeza.

Los vuelos aéreos entre Colombia y Venezuela despegaron, pero los negocios masivos se formalizarán dándole paso al transporte terrestre, dicen quienes durante muchos años han hecho transacciones, básicamente legales, hasta cuando Nicolás Maduro e Iván Duque se trenzaron en una disputa política, que ha dejado pérdidas para los colombianos por cerca de 40 mil millones de dólares.

Hoy, Colombia le vendería en artículos, legalmente, a Venezuela, durante el mandato Petro, más de 50 mil millones de dólares, lo cual mejoraría la situación de los cafeteros.

Los empresarios colombianos necesitan exportar comida, zapatos y vestuario, y el país indicado es Venezuela, que compra al contado y… en dólares.

Los actores del sistema moda –calzado y ropa- de Norte de Santander están produciendo las 24 horas, el consumo de los venezolanos es bueno, también es magnífico para los comerciantes de Bucaramanga, Bogotá, Cali y Medellín, quienes encontraron allí una manera de subsistir, mientras Petro y Maduro ponen la casa en orden.

Los fabricantes de calzado y ropa de Cúcuta han tenido el apoyo del alcalde Jairo Yáñez, quien, además de subsidiarlos para que expongan sus tendencias de moda en las diferentes ferias de Colombia, los está internacionalizando a través de Fedecuero, que, con el liderazgo de Antonio Londoño, organizó el Congreso Internacional de Tecnologías del Calzado, Confort y Diseño Digital. Brasil fue el país invitado.

El evento, que se desarrolló del 24 al 27 de septiembre, tuvo como catedráticos a Luis Cohelo, Carlos Reymundo y Eliane Manfio, expertos brasileños; William Parrado (Acicam) y Rómulo Marín (Calzado Rómulo), quienes dieron pasos y puntadas respecto al futuro de la industria del calzado de Colombia, que tiene muchas oportunidades, pero requiere apoyo del gobierno nacional, profesionalización y más organización.

El gobernador de Norte de Santander Silvano Guerrero, también está comprometido con el sector zapatero, mientras que Corpoincal se esmera por darle estatus al gremio.

Sin embargo, se necesitan fuerzas integrales para que se sienta el desarrollo, que cuenta con muchos actores, la mayoría famiempresarios.

El Periódico El Peletero conoció, al cierre la edición 177, que, además de las organizaciones de Bucaramanga, Cúcuta, Cali y Medellín, la Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá entró a terciar por el mercado de calzado y afines de Venezuela. Están invitando y patrocinando fabricantes y comercializadores para que el 23 de noviembre participen en una rueda de negocios, a lo cual muchos han dicho ‘gracias, pero no. Mientras no hayan compromisos formales entre Gobiernos, es difícil que el comercio binacional recupere la dinámica’. Eso es gastar dinero yendo contra la legalidad, según industriales del calzado, quienes se están preparando para, cuando se oficialicen las exportaciones, entrar a competir como debe ser, con trasparencia, y no al ‘si me pagan’, como sucedió en el pasado.

Los empresarios del calzado quieren estar seguros sobre qué terreno están pisando. La verdad, no sabemos cuál es el propósito de las ruedas de negocios, que son más bien una apuesta al si encontramos mercado; por ahora, lejos de una realidad, que debe tener bases comerciales sólidas, actuando bajo las normas exportadoras, se les escucha a los fabricantes de zapatos organizados, que están sudando la gota… produciendo para rematar el año.



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