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Foto del escritorJOSÉ YESID ÁNGULO CAMPOS

LA MODA, IMPARABLE EN EL BARRIO RESTREPO

Los zapateros continúan dándole identidad a la Localidad de Antonio Nariño

Gracias a la decisión de los empresarios, el sector de las peleterías y los fabricantes de calzado son el número uno del país. ¿Qué hacen los gobiernos Distrital, Nacional y Local por la productividad?

Lo han capoteado todo: la indiferencia de los gobiernos, las humillaciones de los contrabandistas, la competencia desleal y la carencia de apoyos económicos, y los zapateros del barrio Restrepo siguen ahí, infranqueables, demostrando que son empresarios capaces de sobreponerse a las adversidades.

El Restrepo es sinónimo de moda e innovación. Los fabricantes de calzado, que en la década del 60 invirtieron en ese barrio, llegaron para quedarse.

En el mundo no existe un lugar con tanta variedad como la que ofrece el Restrepo, considerado el Centro Comercial de Cielos Abiertos más importante de Bogotá y del país, en insumos para calzado, zapatos terminados y prendas de vestir, entre otros.



DEMASIADA ASTUCIA

Muchas historias se han escrito y contado sobre el barrio Restrepo. En cada una de ellas, lo primero que nombran es a los zapateros, quienes le han dado una marca, que ha sido construida a través de los años por visionarios del Eje Cafetero, de Antioquia, del Valle y de muchísimos otros empresarios colombianos, que han tenido la astucia para acoger el barrio de los zapateros como su segundo hogar… en él viven 10 de las 24 horas del día. Invertir en el Restrepo es apostarle a lo mejor, al crecimiento industrial y comercial sostenido, se le escucha a los peleteros y productores de calzado, que han tenido la valentía de permanecer en el sector, sin importar las crisis; lo desafían todo… lo que no se vende hoy, lo comprarán mañana quienes se divierten haciendo calzado.

La pandemia obligó a los peleteros y zapateros a reinventarse, no solo por el cierre de fábricas y escaso consumo. Fue entonces cuando sacaron un as de debajo de la manga: sin conocer demasiado, decidieron fabricar tapabocas y productos para contrarrestar el Covid-19. Al comienzo fue una locura, pero le tomamos el ritmo a la hechura de caretas, máscaras y tapabocas, y salimos adelante, expresan los empresarios, quienes, como se ha escrito reiteradamente en el Periódico El Peletero, son verdaderos héroes de la productividad… sus iniciativas son ganadoras.

Hoy, en el Restrepo, los consumidores, además de zapatos y artículos en cuero y en otros materiales, encuentran lo que el virus convirtió en inevitable: tapabocas y todo lo que tenga que ver con Bioseguridad. Nos ganamos un nuevo mercado, señalan los inversionistas, quienes paulatinamente están reabriendo las fábricas de calzado y marroquinería, ropa y similares.

JUSTICIA, JUSTICIA

A los zapateros los califican de pedigüeños. Quienes lo dicen, están equivocados. Y si fuese así, tienen suficientes argumentos para exigirles apoyo a los Gobiernos. Por el empleo y mano de obra que generan, merecen muchas cosas, que no les dan, y si les dan, la inversión del Estado es en cursiviris (cursos), que no solucionan nada.

Enseñarles a producir calzado a quienes llevan años en este arte, es un gasto perdido. Los zapateros necesitan plata para funcionar, no teorías ‘pierde tiempos’, que lucran a los expertos en dar cátedra, sin conocer la realidad de cómo se confeccionan unos zapatos.

La ‘quiebra’ de muchos industriales de la zapatería obligó a los gobiernos a ‘invertir’ en quienes se la han jugado por el desarrollo económico de Bogotá y de la Nación.

En el papel, los apoyos son color de rosa, pero en la realidad son auténticos fiascos, por la cantidad de documentos que tienen que mostrar para que les giren un peso.

Los requisitos son para empresas estructuradas, no para las pequeñas industrias de calzado, que se caracterizan por ser unidades productivas familiares. Quien logre pasar los filtros y lograr que le den dinero, es un afortunado. Hasta donde tengo conocimiento, ningún micro fabricante de calzado del barrio Restrepo Ampliado ha sido favorecido con ayudas del Gobierno distrital, nacional o local, manifestó un zapatero de la zona, que lideran los barrios Restrepo y Policarpa.

INCOHERENCIAS…

Lo grave es que la nueva alcaldesa Local Mónica Alejandra Díaz Chacón, de quien se espera que le preste una atención especial a la productividad, por el momento no tiene como prioridad el rescate de la industria y comercialización de calzado. Ha sostenido diálogos directos con la comunidad, mas no con quienes son bastiones del desarrollo económico: los zapateros y confeccionistas.

A lo mejor nos tiene una sorpresa, confiesan quienes confían en que se reactive la Semanota o Vitrina Comercial del Restrepo, que atrae a miles de consumidores de zapatos.

Pocos mandatarios locales han entendido que la Zona 15, no la del norte, sino la del sur de la ciudad, tiene una característica propia: productividad… zapatos, que es la que brilla acá y en Cafarnaúm. Las Localidades con ese rostro deberían tener un programa específico en inversión, para que las industrias tradicionales, caso de la zapatería, no pierdan el liderazgo económico, con valores agregados, como el empleo y los impuestos.

El gobierno de la Localidad de Antonio Nariño tendrá que salirse de la ‘horma’ institucional y buscar con urgencia fórmulas que les permitan a los zapateros, confeccionistas y demás dolientes de la economía barrial, mantenerse de pie. No dejarles las tareas que le corresponde a la administración local, a los empresarios, que a su manera intentan evitar el desbarajuste del desarrollo industrial y comercial.

A INTERACTUAR

No es posible, señalan quienes con ideas propias se empoderaron del Restrepo y del Policarpa, que la mandataria (Mónica Alejandra Díaz) realice encuentros en los parques con sus funcionarios, en los que los generadores de la economía no participan, en vez de tocar las puertas del conglomerado empresarial y preguntarles a zapateros y confeccionistas qué requieren y que interactúen para repotenciar el sector.

Entendemos, agregan los zapateros y confeccionistas, que la alcaldesa está en el proceso de exploración de lo que es la Localidad de Antonio Nariño, pero es necesario que le dé prioridad a la economía para que el desarrollo empresarial no se devalúe más.

Las debilidades en aspectos de seguridad y espacio público no pueden mezclarse con los de la productividad. El Gobierno local está obligado a garantizar el bienestar de la comunidad y a mantener un diálogo fluido con quienes son apóstoles de la economía… zapateros, confeccionistas y del sistema moda.

Alcaldesa: busquémosle salidas dignas a los problemas empresariales, expresan los fabricantes de calzado y afines, quienes están cansados de la politiquería, de las promesas y de los líderes que buscan favorecimientos individuales, pisoteando lo colectivo… ¿a cambio de qué? ¿De palmaditas en la espalda? ¿De votos? ¿O de serle útiles a las organizaciones que dicen estar luchando por engrandecer la zapatería y desde los computadores envían mensajes de tranquilidad, cuando la verdad es otra?

No más pañitos de agua tibia… el desarrollo económico de los barrios Restrepo y Policarpa no tiene precio, menos los zapateros y confeccionistas, que piden respeto y resultados.

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