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El Científico

La salud y el desarrollo empresarial dependen de cada persona.

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Adultos, jóvenes y niños deberán someterse a las reglas de juego de lo que deben ser las normas de una vida sana.



Foto Ruka-Periódico El Peletero:25 Años. Las vacunas y los tapabocas, son indispensables.

Lo más fácil, es decir no y exponerse a lo peor, en tiempos de pandemia, que muchos consideran es un invento de las potencias y otros observan como normal, en una sociedad, que como el cangrejo: camina de medio lado, pensando que lo está haciendo en línea recta y en vez de avanzar… retrocede.

El cerebro es un pequeño computador que almacena y almacena cosas; es un disco duro que acumula información, que les sirve a los seres humanos como guía para mejorar la presencia sobre la tierra, que a diario necesita de gente inteligente. El planeta permite que lo pisoteen, más no que lo destruyan, por qué ahí sí, ni para qué decirlo: lo que estamos viviendo es una muestra, lo que vendrá será peor, por la indisciplina de quienes creen que lo que existe nunca se acaba, y a tremenda equivocación, lo que no cuidamos muere.


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Lo del Covid-19, nos está dando una lección y quien no la asimile, terminará en cenizas y quienes sobrevivamos en medio de la desolación, con poca naturaleza, sin agua y hasta sin ropa… como animales, deambulando, a la espera de un final tortuoso y triste. El virus, sí el virus, está sacudiendo a desobedientes y obedientes, que por creencias, se resisten a todo lo que tiene que ver con la prevención, que al fin y al cabo es la que nos permite respirar.

Las autoridades de la salud han tomado medidas para salvar vidas, que no han sido suficientes, pero están ayudando a controlar el Covid-19, al cual se le sumó el Omicrón, que es menos fuerte, pero es una constante amenaza.

La vacuna, es esencial. Quienes se hacen inmunizar tienen menos riesgos de contaminarse. Por lo que sí o sí, es necesario vacunarse. Las autoridades están haciendo su tarea, llamando a la gente a que se vacune, y quien se resista podría ser obligado por el gobierno.

Lo que sí no tiene reversa, es el uso del tapabocas, que llegó para darse. Es necesario, a diario, mantener tapada la boca y la nariz. El tapabocas, es según los expertos, un elemento eficaz que evita el ingreso de aire contaminante al organismo de las personas. Es lo mejor, después de la vacuna, el tapabocas es inevitable.


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Quienes le digan no a la vacuna y el tapabocas, se exponen a lo peor. No solo ellos, sino quienes los rodean, que están expuestos a ser contaminados del virus. Lo cual se deberá evitar a toda costa. En muchos países sancionan a quienes se niegan a la vacuna y al tapabocas. En Colombia, si continúa la indisciplina, el gobierno tendría tomar drásticas medidas, para evitar que las unidades de cuidados intensivos de los hospitales vuelvan verse atiborrados de enfermos. Lo que pasó, no podrá volver a pasar. Hay que prevenir mediante pedagogía y si es necesario aplicar la ley para garantizarles la salud, a quienes rechazan las vacunas, los tapabocas y las medidas de bioseguridad.


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La Covid-19 y el Omicrón, además de la salud, es una bomba de tiempo para el desarrollo económico, que se vería afectado en caso de que se propague el virus, que obligaría al cierre de empresas y comercio y al encerramiento de las personas, lo cual sería catastrófico para la economía, que entre el 2020 y 2021, vivió momentos difíciles por la parálisis del aparato productivo, que llevó a miles de empresas y comercios a la quiebra.

Lo mejor, entonces, es atender, las recomendaciones de las autoridades de la salud. Conclusión: las vacunas, los tapabocas y el distanciamiento, son los mejores medicamentos para la salud… para salvar vivas.


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La pandemia, además debería ser aprovechada para contrarrestar el uso de sustancias sicoactivas y de alucinógenos, entre otros, que están traumatizando el cerebro de las personas, que las están llevando a cometer locuras, errores irreparables.

La desesperación, durante los aislamientos, llevaron a mucha gente a valerse de sustancias prohibidas, para calmar las penas. Lo grave, es que muchos se volvieron adictos a la marihuana. Tanto así, que ahora la fuman no solo en los hogares, sino en las vías públicas, acrecentándoles los problemas, especialmente, a los empresarios, que tienen que aceptar que, algunos de sus empleados fumen marihuana, durante el descanso, hora del almuerzo y refrigerios, que es un riesgo, en la industria del calzado y afines, en los que se manejan máquinas, tecnología y obras de mano, que ponen en riesgo el físico del trabajador, por no estar en sus cinco sentidos.

Como prevenir, es curar… las empresas deberían exigirles a sus empleados, exámenes sobre el uso de sustancias sicoactivas, alucinógenos y de su estado mental. Así se evitarían accidentes e incidentes, durante el tiempo laboral.

En la industria del calzado y manufacturera, entre otros, al igual que en los centros educativos, es urgente que se comience a aplicar esta fórmula, para que todos vivas sanos.


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