EL CALZADO, CON PASOS FIRMES
La producción y comercialización de zapatos acrecentó los negocios en la ciudad de Cúcuta y la frontera.
Por: El Motilón
Analista del Periódico El Peletero
Las alianzas están de moda. Los dirigentes de Corpoincal de Norte de Santander, los fabricantes de calzado, las autoridades y la Cámara de Comercio de Cúcuta, se unieron y los resultados son evidentes: el crecimiento es notable en producción y comercialización de zapatos, por el consumo de los venezolanos, quienes son los clientes número uno.
Lo cual no se ve reflejado en cifras, es un mercado de compre y lleve, que por ahora es difícil de meter en la horma del intercambio comercial binacional, que es lo que buscan los gobiernos de Colombia y Venezuela, que impere la formalización.
Organizaciones como Corpoincal, con Patricia Peñaranda (directora ejecutiva) y Freddy Santander (presidente) manejan el sector zapatero como una familia… trabajamos hombro a hombro, dijo Patricia Peñaranda, quien sueña con que se tenga un punto específico de comercialización, donde los productores vendan sus zapatos.
En la capital de la frontera, el boom del calzado es total. Productores micro, famis, pequeños y medianos, trabajan a mañana, tarde y noche, lo cual ha derivado en que muchos de los zapateros del centro del país se hayan instalado, especialmente en los barrios populares de la ciudad, a donde llegan los clientes venezolanos a comprarles calzado al por mayor y al detal, y a hacer anticipos para que les produzcan.
En un reporte de la Cámara de Comercio, hay 3.814 inscritos… formales. En el 2016 se hizo un estudio que se llamó: Cúcuta Ciudad Maquilar y decían que informales eran el doble, o sea que hay fabricantes, empresas pequeñas y famiempresas; podemos llegar entre formales e informales a pasar de 7.000, le comentaron al Periódico Patricia Peñaranda y Freddy Santander, un joven zapatero que se está estrenando como presidente de Corpoincal.
Tenemos unos índices que los manejamos en feria, esos índices nos arrojan que por cada feria se generan, solamente de empresarios afiliados a Corpoincal, entre 10.000 y 12.000 empleos directos e indirectos de 400 a 1.000.
El cierre de la frontera, en principio, fue un tropiezo, lo vivimos todos porque teníamos unas costumbres y dependíamos mucho de ese mercado. ¿Qué fue lo bueno? Que nos abrió las ventanas de las oportunidades, a luchar por conseguir nuevos mercados.
Entonces, el lunar negro fue el tropiezo en el momento en que la frontera se cerró y no sabíamos qué hacer.
Pero lo positivo, lo que nos benefició, es que podemos sacar la garra nortesantandereana que tenemos y empezamos a darnos cuenta de que éramos buenos para muchas cosas más; entonces empezamos a ser más competitivos, a ganar terreno en el mercado nacional y sobre todo empezamos a aperturar porque estábamos encerraditos allá, nosotros solitos. Nos dimos cuenta de que empezar a salir y buscar al mundo, es una oportunidad para que nuestros empresarios equilibren la producción, expresan Peñaranda y Santander, quienes consideran que durante 7 años hubo pérdidas por exportaciones, deudas que nunca se pagaron, por 15 millones de dólares.
Hubo personas que perdieron sus casas, sus capitales de trabajo que nunca recuperaron.
Estamos hablando de que esa pérdida de los 15 millones de dólares se puede hasta triplicar… ¿Por qué? Porque el mercado iba creciendo y cuando hacen el estudio nos damos cuenta de que al cierre de año en que se hizo, estábamos prácticamente en un año en el que el 70% de las ventas habían crecido.
Ese 70% que había subido no solamente bajó, sino que llegó hasta el 95%, sobre todo para el sector de calzado. Nos dimos cuenta de que en el momento en el que Venezuela cierra sus puertas, nuestro abastecimiento se cerró. Duramos 2 años, 2 años, para empezar a recuperar y poder llegar al menos a la mitad de ese porcentaje, señaló Patricia Peñaranda, quien le agradece a la Alcaldía de Cúcuta y a la Gobernación de Norte de Santander, el apoyo al plan de desarrollo gremial, durante 5 años con proyectos a corto, mediano y largo plazo, en capacitación, productividad y mercados, que les permita a los zapateros un crecimiento sostenible.
Ahorita para Cúcuta y todo Norte de Santander, va lo mejor: el centro de innovación y productividad del sector está formulado, fue financiado por la Cámara de Comercio de Cúcuta. Mientras que en la alcaldía y la gobernación se están gestionando más recursos. Lo más seguro es que el piloto esté para iniciar en el 2024, donde los empresarios pueden tener su centro de innovación, donde van a tener sus laboratorios, donde pueden estudiar su producto y donde se pueden fortalecer, comentaron Patricia Peñaranda y Freddy Santander, quienes son unos apasionados del sector calzado, que quieren ver compitiendo mucho más a nivel internacional… mundial.
Por ahora, los zapateros nortesantandereanos aprovechan al máximo el consumo de los venezolanos, que pagan en dólares y al contado, que es vital en los negocios de quienes, contra viento y marea, producen calzado tipo exportación.
Quienes están al mando de Corpoincal dan cátedra sobre cómo es que se tiene que orientar esta clase se organizaciones, en las que tiene que prevalecer el bien común sobre el particular.
Patricia Peñaranda y Freddy Santander no la tienen fácil: organizar a los zapateros es y será una tarea difícil. Sin embargo, con sus acciones les están haciendo entender a los fabricantes de calzado de Cúcuta, que siendo visibles podrán llegar lejos; que no hay que temerle a la legalidad, que es la que abre puertas y garantiza negocios a todos los niveles.
Expertos en productividad anticipan que Cúcuta es y será un modelo de la industria del calzado, tanto de Colombia, como de naciones del área y sin exagerar del mundo, por la química que se percibe y con hechos, entre dirigentes, fabricantes y autoridades de Norte de Santander, quienes laboran por un mismo objetivo: el posicionamiento y competitividad de los zapateros, que juegan un rol muy importante en la calidad de vida de madres y padres cabezas de familia, quienes han encontrado en la zapatería, además de trabajo, una manera hasta de volverse empresarios, si saben aprovechar la formación que les suministra gratis Corpoincal, cuyos dirigentes tienen las botas puestas por un desarrollo digno de la industria del calzado.
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