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Foto del escritorJOSร‰ YESID รNGULO CAMPOS

NAVIDAD BAJO CUIDADOS

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Las luces decembrinas les cambian automรกticamente la actitud a las personas, y no es para menos: la Navidad significa alegrรญa, regocijo y un momento para departir en familia.

Es una tradiciรณn en la que se pone sobre la mesa lo hecho durante un aรฑo, que hasta el 2019 fue normal; luego apareciรณ la Covid-19 y el 2020 se celebrรณ con mesura; ahora el 2021, que pareciera ser el rescate de lo tradicional, no es para dormirseโ€ฆ el virus no se ha ido; es indispensable ser cautelosos para evitar desgracias por no saber esperar la normalidad, que depende de cada persona.

La reapertura empresarial y comercial estรก en su furor, mรกs por necesidad que por el virus, que algunos creen que es historia, y no es asรญ: el riesgo de contagios es total, por lo que es necesario continuar atendiendo las recomendaciones de los mรฉdicos; por lo tanto, el tapabocas y el distanciamiento tendrรกn que prevalecer durante el fin de aรฑo, sacrificando emociones, abrazos y besos, por salud.



No hacer caso serรก abrirle mรกs espacios al contagio. La vida depende de nosotros, entonces a cuidarnos para evitar profundos dolores. Sin excepciรณn, quienes amamos la vida estamos obligados a respetar los Protocolos de Bioseguridad en el trabajo, en la calle, en el hogar, en cualquier lugarโ€ฆ el Covid-19 no es mentira, mata; debemos contrarrestarlo con inteligencia.

La vacuna, sรญ o sรญ, es para alargar vidas. Aquรญ no aplica la polรญtica, ni la religiรณn, ni las creencias. Es un biolรณgico que ayuda a que permanezcamos vivos durante mรกs tiempo; nos guste o no, es necesario hacerse inmunizar, porque si unos sรญ y otros no, crea mรกs incertidumbre, en una comunidad que se siente medio atrapada, pero con la ilusiรณn de ganar una batalla impredecible; no se sabe hasta cuรกndo conviviremos con el virus.

La supervivencia estรก en nuestras manos. El producir no tiene escape. Los seres humanos tenemos tareas y habrรก que cumplirlas, sin mirar atrรกs; por el contrario, buscando opciones que garanticen mejor calidad de vida, que es la que se ha venido deteriorando por no utilizar adecuadamente las herramientas que contribuyen al desarrollo socio econรณmico y protecciรณn de la naturaleza, que dependen de la disciplina y conciencia de cada individuo.

El mundo se mueve por la economรญa. La industria y el comercio son bases del bienestar, de la salud y de la educaciรณn. El desarrollo empresarial es resorte de visionarios que, en el caso del sistema moda: cuero, calzado, marroquinerรญa, textiles, confecciones y similares, son catedrรกticos, en su mayorรญa de pequeรฑas fรกbricas, que sostienen sus negocios gracias a la calidad de sus artรญculos y al amor por lo que hacen, que tiene varios componentes: compromiso industrial, comercial y social, aunque este รบltimo poco impera a nivel gubernamental. Interesa el cuรกnto pagan de impuestos y defiรฉndanse como puedan de los contrabandistas y la competencia desleal que, unidos a la informalidad, cada vez mรกs sacan del contexto econรณmico a quienes le dan identidad a Colombia, que es un paรญs rico, pero con un dรฉficit moral lamentable; los polรญticos lo centralizaron todo, sin el beneplรกcito de ellos, nada camina, lo cual estรก agudizando la miseria.

A los zapateros y confeccionistas, el Estado les deberรญa rendir tributo, por la decisiรณn que tienen en invertir, inclusive a pรฉrdida, convencidos de que habrรก un mejor maรฑana. El Covid-19 les trajo un nuevo reto a los actores del sistema moda, quienes afrontan los altos precios de los materiales, que se salieron de la horma del zapato por ser importados de China, desde donde se disparรณ el transporte de insumos y productos terminados hasta en mรกs de cien por ciento.

Los pequeรฑos zapateros colombianos encontraron una fรณrmula para equilibrar las cargas: le aumentaron el costo al calzado, algo que parecรญa una odisea; los comercializadores no acepaban alzas, pero tuvieron que entender la situaciรณn, por lo que los fabricantes que lograron pedidos a precios aceptables en las ferias, cumplirรกn, los demรกs estรกn diciendo NO, a menos que renegocien con los distribuidores mayoristas.

Era hora de buscar soluciones entre el productor y el comercializador. El fabricante no podรญa continuar como venรญa: haciendo zapatos para que el comercializador se lucrara, aprovechando que el zapatero hace sin medir costos y, lo peor, sin ningรบn respaldo que lo identifique ante cualquier autoridad como protagonista de la actividad econรณmica, que se tipifica como evasor.

Estamosโ€ฆ seguimos aprendiendo, dicen los fabricantes de calzado, que son primordiales, y estรกn entendiendo mucho mรกs que la ilegalidad es su verdadero enemigo.

Quiera Dios que durante la recta final del 2021 las producciones y ventas de zapatos y afines sean millonarias. Asรญ, el sector recibirรก el aรฑo nuevo con una prometedora recuperaciรณn de la Cadena Productiva del Cuero, Calzado y Marroquinerรญa; Textiles y Confecciones, que, con una guerra mรกs eficaz al contrabando, serรก una joya.

ยกCuidemos la salud, es la verdadera riqueza de la vida!


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