UNA MANERA EFICAZ DE GESTIONAR EL NEGOCIO
Somos buenos zapateros y Colombia posee un parque industrial bastante importante.
VIVIMOS una época sumamente difícil hace unos años, cuando el mundo atravesaba la pandemia más grande de su historia. Muchas empresas sucumbieron ante este terrible escenario y muchos empresarios y profesionales se vieron afectados por el Covid 19.
Sin embargo, la gran mayoría logró superar esta gran dificultad y se mantuvo con vida, tanto personas como empresas. No sabíamos cuándo pasaría ese momento, ni cuándo volveríamos a la normalidad, incluido el mercado.
Pues la pandemia ha pasado y hemos empezado a volver a lo que llamamos normalidad, pero ya no es lo mismo que antes. Muchas personas, que aún sufren las difíciles situaciones que vivieron, tienen dificultades para retomar su vida. Presentan trastornos, se sienten perdidos y tienen dificultad para tomar decisiones.
Lo mismo está pasando con muchas empresas. La vuelta a la normalidad está siendo difícil por varios motivos: empresas han sufrido pérdidas económicas importantes de difícil recuperación, han fallecido profesionales muy experimentados y capaces que eran fundamentales para el negocio, han también fallecido empresarios que tenían un fuerte liderazgo y emprendimiento, clientes importantes cerraron las puertas. Y para empeorar aún más la situación, el mundo está atravesando una casi recesión, con importantes mercados experimentando dificultades económicas muy fuertes, como Estados Unidos y Europa, como consecuencia de la guerra en Ucrania, el corte del suministro energético de Rusia a los países europeos, la guerra de Israel con los grupos árabes, sólo por nombrar los más impactantes.
China, después de haber cerrado sus ciudades y puertos, dejando de exportar grandes volúmenes de calzado, regresó ofreciendo ventajas muy grandes a los importadores internacionales, provocando que los principales compradores de calzado de todo el mundo volvieron a comprar en este país, apagando las esperanzas latinoamericanas.
Los países podrían recuperar grandes porcentajes de las exportaciones, o incluso ampliar sus ventas a grandes mercados compradores de una manera inusual. Fue un breve período de euforia, que duró poco más de un año.
Mientras la buena noticia es esta: somos buenos zapateros y Colombia tiene un parque industrial importante, con tradición en la producción de zapatos y marroquinería, el mundo tiene ocho mil millones de personas y la gran mayoría usa zapatos. Entonces la oportunidad está ahí. Y ella es muy grande.
Sin embargo, la competencia es fuerte. Es necesario ser muy eficiente para no sólo sobrevivir, sino crecer, desarrollarse como empresa, como producto y como marca. Es posible que las fórmulas que se han utilizado hasta ahora para gestionar el negocio ya no sean efectivas. Es necesario observar el mercado productor y también el consumidor. Vea lo que están haciendo nuestros competidores, dentro y fuera del país. Tenemos que dejarnos llevar y buscar formas más modernas de gestionar y vender. Por ejemplo:
• La empresa necesita ser mucho más eficiente: la producción per cápita debe aumentar permanentemente. Para lograrlo, se debe capacitar a la fuerza laboral con hábitos que proporcionen un trabajo limpio, organizado, rápido y de calidad. Ninguna empresa será competitiva si las personas que en ella desarrollan sus actividades son relajadas, complacientes, sin compromiso y, sobre todo, sin un conocimiento profundo de la actividad que desempeñan.
• Especialización: la empresa necesita definir su identidad y centrarse en ella. Ser reconocido como una empresa que produce un determinado tipo de calzado y buscar realizar el mejor producto en esta categoría. Fabricar de todo reducirá en gran medida la eficiencia. Producir calzado infantil, formal de hombre, de moda de mujer y tenis, por ejemplo, resultará en que la empresa no sea buena en nada, ni reconocida como un excelente productor. Es imposible ser competitivo cambiando herramientas, hormas, máquinas y materias primas todo el tiempo. Se debe definir el producto que se cree que puede funcionar mejor y buscar la mejor eficiencia y calidad en este producto, prestando atención al diseño que exige el mercado.
• Productividad: la línea de producción debe ser altamente efectiva. Para lograrlo, es necesario utilizar máquinas y equipos más eficientes y con excelente mantenimiento. Más producción se obtendrá con menos mano de obra. Sólo los zapatos de marcas muy fuertes, con un valor añadido muy alto, pueden ser competitivos si se producen de forma más artesanal. Las empresas en general sólo pueden ser rentables cuanto más industrializadas estén.
• Conocimiento del mercado: es fundamental que la empresa sepa quiénes son sus clientes, qué demandan y busque atenderlos de la mejor manera, entregando un producto deseado por el consumidor, con calidad y precios justos, entregado en la fecha acordada. Para lograrlo, además de una empresa organizada, con mano de obra capacitada y maquinaria en buen estado, es necesario contar con un profesional del diseño que sepa traducir las expectativas del mercado y crear colecciones que puedan fabricarse masivamente.
• Proactividad en relación al mercado: la empresa debe afrontar el mercado y no esperar a que llegue. Ya sea el mercado nacional o internacional, la empresa debe contar con un profesional que tenga buenas cualidades como vendedor y visite a los clientes para entender sus necesidades y ofrecer sus productos. Crear condiciones seguras para vender sus zapatos y bolsos, de modo que no sólo se produzca la venta, sino principalmente que esté seguro de recibir el pago.
• Costos, planificación y control de producción: es fundamental que la empresa cuente con una cuidadosa metodología de costos, para identificar de inmediato qué materiales y operaciones de fabricación tienen mayor impacto en el costo del producto, buscando reemplazar o mejorar. También es necesario aumentar constantemente la productividad. La planificación y control de la producción es fundamental para producir más, más eficientemente y en el plazo establecido. Las empresas que no cuentan con un sistema eficiente de costos, planificación y control de producción nunca serán competitivas en un mercado abierto.
• Sostenibilidad: no es una moda pasajera, es una realidad que permea y seguirá permeando el mercado, ya sea en Colombia o en el extranjero. La empresa debe estar alineada con los conceptos de sostenibilidad, que incluyen la responsabilidad social y la preservación de la naturaleza. Esto tiene que ver con los materiales utilizados, el proceso productivo y la eliminación de residuos, así como el cuidado del entorno laboral y de los empleados, entre muchos otros aspectos. Ya no es posible operar en el mercado sin actuar dentro de esta línea de acción.
• Gestión: ninguno de los temas anteriores es una solución de forma aislada, como lo es la adopción de las prácticas mencionadas sin una gestión eficiente de todos los procesos, ya sean administrativos, financieros, comerciales e industriales. El propietario, o un profesional contratado para liderar el proceso de gestión de la empresa, debe estar muy bien preparado. El amateurismo sólo conduce a pérdidas periódicas, baja eficiencia y mala toma de decisiones. La persona al frente del negocio debe prepararse muy bien, conocer prácticas modernas de gestión, ser activa, equilibrada emocionalmente, saber tomar decisiones rápidas y bien pensadas, respetar a su equipo y tener visión de mercado, entre otros atributos. Para ello, debe superarse constantemente, ya sea tomando cursos de capacitación en gestión, visitando a sus clientes e intentando entender las tendencias del mercado, siguiendo el rumbo de la economía e incluso visitando ferias de insumos y maquinaria para descubrir qué puede mejorar su negocio.
Existen también otras prácticas que, sumadas a éstas, contribuyen a la consolidación y desarrollo del negocio. Todo es válido cuando los resultados obtenidos conducen a una mayor flexibilidad, rapidez y eficacia de la actividad. Debemos estar constantemente visualizando oportunidades y abiertos a las innovaciones.
*El autor de este artículo es toda una autoridad de la cadena productiva del cuero, calzado y afines a nivel mundial.