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DESARROLLO SOSTENIBLE EN PAZ


EL qué hacer para que en Colombia reinen la paz, la disciplina, la productividad y el respeto, se volvió una incertidumbre, y mucho más por el débil sentido de pertenencia de muchos ciudadanos. La clase política está enfrascada en un aquí el que mando soy yo y píntela como quiera, mientras que los empresarios y quienes le dan identidad al desarrollo económico, se muestran cautelosos por no tener la certeza de cuál será el desenlace de, entre los que tienen el poder en sus manos y quienes se resisten a aceptar, que alguien diferente a ellos, tomara las riendas por un descuido: injustica social, en vez de un desarrollo económico estable. Pensaron que tenían todo bajo control, perdieron la partida y hoy quien paga los platos rotos es una clase media baja, que le creyó a un llamado cambio que, como está el panorama, no se daría, aunque sorpresas te da la vida. En medio de la inseguridad, ráfagas y zozobra, pareciera difícil la reactivación de la micro y pequeña empresa, y de una tranquilidad, que sería posible con un diálogo sincero y sin odios, entre quienes tienen alborotado el avispero y han llevado el problema a instancias dolorosas y tristes. El atentado contra Miguel Uribe Turbay lo dice todo: Colombia está en riesgo y cuanto antes es necesario ponerla bajo las normas constitucionales; de lo contrario, la riqueza terminará en miseria. La Ley es para todos: quien la pisotee tendrá que asumir responsabilidades, entre rejas. No podrá haber excepciones: el poder, el dinero y los padrinazgos no podrán pasar por encima del Código Penal, que es sagrado en una sociedad. Lo que se está viviendo es un auténtico desafío para el gobierno y los opositores, quienes deberán mostrar afinidad para decirles a la delincuencia, a los narcos y a quienes le juegan sucio a la Nación, en medio de las diferencias, aquí estamos para que nuestra Colombia sea respetada y más productiva. Sectores, como el de la industria de la moda, que congrega empresarios del cuero, calzado y marroquinería, textiles, confecciones y afines, requieren una atención especial, por el protagonismo que ejercen en la generación de empleo, impuestos y bienestar de los más necesitados. El contrabando y las pésimas prácticas comerciales están causando graves daños, lo cual hace necesario que el Estado, con sus autoridades especializadas, le ponga la lupa a este flagelo, que se convirtió en una tijera para los protagonistas del sistema moda, a quienes les está quedando complicado permanecer en el mercado, no por calidad, sino por el menor precio de los artículos asiáticos. La Ruta de la Seda, unida a las plataformas y al mercado negro, desnudaría a quienes hacen prendas de vestir, si se les abren los portones de par en par a los chinos. Tendrá que haber reglas precisas antes de la firma. Es una decisión de cuidado. Más de un 80 por ciento de nuestros zapateros y confeccionistas, han claudicado, impotentes ante una competencia desleal, que se apoderó de un alto porcentaje del comercio formal y callejero, desbaratando una infraestructura, que parecía sólida y le están apagando más motores. Muchos colombianos, además, dicen producir aquí, y no es así: mandan confeccionar zapatos y ropa en China. La industria de la moda es un soporte social y monetario. Sin embargo, no hace parte de las prioridades del desarrollo industrial. Las palabras zapateros y confeccionistas poco figuran en el léxico de los congresistas y de quienes priorizan el cómo dinamizar la economía. Como dijo un fabricante de calzado, a veces nos mencionan… cuando necesitan votos, nos visitan, nos abrazan y nos elogian. Después de lograr el propósito, nos dejan mirando un chispero. Las Ferias de Calzado y Afines de Colombia suben el telón del segundo semestre y la ilusión es que los comercializadores hagan buenos pedidos para fin de año. En Corferias de Bogotá, más de 450 expositores, 1 al 4 de julio, lanzarán sus colecciones, mientras que en NeoMundo y el Club del Comercio, los zapateros de Bucaramanga estarán en pasarela. ColombiaModa en Medellín y Algosto en Cali, también tendrán las puertas abiertas. Lo mismo que en Ibagué, Pasto y Montería, se harán exposiciones. ¡Buenos negocios para todos! MIL BENDICIONES: A quienes nos han acompañado durante los 29 años del Periódico El Peletero, que nació el 22 de julio de 1996, en el barrio Restrepo de Bogotá, gracias. El Dios, de todos, les sabrá compensar su fidelidad y apoyo a esta quijotada.

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